La palabra MUDRA viene de la lengua sánscrita y significa «sello» o «anillo para sellar». Todo y que suele traducirse como «gesto».
Estos gestos realizados con las manos, los podemos observar en muchas deidades indúes o budistas, así como también en otras religiones, todo y que ya se utilizaban mucho tiempo atrás. Existen también mudras realizados con los ojos y el cuerpo.
El yoga de las manos, como también se les conoce, ayuda a canalizar la energía corporal, emocional y física, ya que sus posiciones y presiones ejercen una reacción sutil en el cuerpo del practicante dependiendo del mudra que utilice.
Las palmas de las manos, al igual que las plantas de los pies, están llenas de puntos y terminaciones nerviosas que conectan con diferentes órganos de nuestro cuerpo, así como con los meridianos o canales energéticos. Por tanto, la práctica de mudras nos ayudará a mejorar estados físicos y mentales.
Es una de las prácticas que ayudan a los yoguis a amplificar el beneficio de las asanas, así como de los estados meditativos. Es una gran herramienta para llevarnos a un estado de interiorización, alineándonos con nuestro ser.
Muchos de nosotros, sin saber, realizamos gestos o posturas con las manos, cuando estamos nerviosos y/o preocupados, que nos ayudan a encontrarnos mejor. Por ejemplo llevar las manos y apoyarlas en el vientre o estómago.
Muchos comunicadores y políticos utilizan mudras para sus exposiciones, ayudandoles a proyectarse con seguridad.
Cada dedo de la mano se corresponde a un elemento, así como a un chakra (centro energético del cuerpo), y a sus correspondientes órganos internos. Así pues, dependiendo del gesto y la presión o postura de sus dedos, incidiremos en trabajar una cualidad u otra.
Quizás los mudras más conocidos sean Gyan/Jñana mudra o Chin mudra, el mudra de la sabiduría y Anjali mudra o Shanti mudra, el mudra de la oración o de la paz.
Con Gyan/Jñana mudra expresamos e intencionamos el deseo de unificarnos con la Conciencia Cósmica a través de la sabiduría heredada de nuestros ancestros y la nuestra propia.
El pulgar es el símbolo de la Conciencia Cósmica y el índice de la Conciencia Individual. Estos dos dedos se corresponden con el elemento Metal, el mejor conductor de energías. La inspiración y la intuición, el microcosmos y el macrocosmos. Simboliza también el vacío y la plenitud.
Con Anjani/Atmanjali mudra o Shanti mudra equilibramos nuestros hemisferios, derecho e izquierdo, racional e irracional. Nos invita al recogimiento y aporta armonía, equilibrio, calma y paz. Es un gesto de saludo, respeto y también de ruego. Clarifica y fortalece física y anímicamente. (Curiosamente este gesto fue prohibido durante la cristianización y vuelto a utilizar más tarde sólo por sacerdotes).
Os invito, si tenéis más curiosidad y deseo de aprender, a indagar en libros sobre estos maravillosos gestos y sus innumerables beneficios.
Om Shanti.
Marga Martin.
@petitsgurús