Un dolor de cabeza, o simplemente pesadez en ella, embotamiento, vista cansada, tensión en las mandíbulas que pasa al cuello y hombros sin darnos cuenta. Muchas son las personas que diariamente cargan con este malestar como algo casi normalizado. Esto deriva en otros trastornos, no sólo físicos, si no emocionales.
Dedícate unos minutos a ti, haz un break en tu lugar de trabajo o en casa, y regálate este masaje junto con la práctica de SIMHASANA, la postura del león. No necesitas de un lugar en especial para realizarlo.
Te voy a describir antes, parte de los beneficios que podemos obtener con estas prácticas, como por ejemplo:
Alivio de la tensión y dolor de cabeza, fatiga ocular, congestión nasal.
Al liberar tensión, mejora el riego sanguíneo en cara, mandíbulas y cuello.
Destensa el pecho, hombros, cuello, cara y cráneo.
Aumenta la movilidad de las articulaciones del cuello.
Al bizquear trabaja los músculos de los globos oculares, relaja y descansa la vista.
Mejora el mal aliento, limpia la lengua, beneficia a las cuerdas vocales, mejora el tono de voz.
Estas prácticas son revitalizantes y rejuvenecedoras. El pelo y cuero cabelludo se torna más saludable. Renuevan la energía al oxigenar mejor la zona y trabajar con los centros energéticos superiores. Nos aporta una respiración más serena y profunda. Sensación de tranquilidad. Sistema inmune más fuerte. Puede reducir estados de ansiedad y otras estados asociados. Aumenta los niveles de creatividad, claridad mental y concentración.
MASAJE PARA LA CARA
Frota tus manos para generar calor en ellas. Junta las dos manos planas y por los dedos sobre la frente, y deslízalas hacia los lados de la misma, como si aplanases las páginas de un libro.
Reseguimos con los dedos las cejas hasta las sienes, dando sobre éstas suaves movimientos circulares.
Con los ojos cerrados, acariciamos los párpados desde el lagrimal hacia las sienes.
Con los pulgares o índices presionamos sobre el lagrimal varias veces.
Apoyando los pulgares debajo de la mandíbula y el dedo corazón sobre el lagrimal, recorremos la forma de la nariz y abrimos hacia los lados, siguiendo las línea de los pómulos.
Dibujamos una sonrisa con los dedos, estiramos hacia los lados y hacia arriba el labio superior. Luego el labio inferior.
Reseguimos toda la mandíbula inferior, des de la barbilla hacia los lados, hasta donde se unen las dos mandíbulas. Luego nos quedamos en este último punto y realizamos movimientos circulares donde encajan.
Con los dedos, frota la parte alta de las orejas, por dentro, siguiendo la forma de las mismas. Al llegar a los lóbulos, frótalos también y por último da un pequeño tirón de ellos hacia abajo.
Por último, masajea tu cuero cabelludo con la yemas de tus dedos, como si te estuvieras lavando el pelo, date un buen masaje por toda la cabeza, sin olvidarte de la base del cráneo, por detrás de la cabeza hacia el cuello.
Frota de nuevo tus manos para generar calor y acaríciate la cara como si te la estuvieras lavando.
Nota tu cara destensa, fresca y despierta.
SIMHASANA. Postura del león. (Versión sencilla)
Sentados sobre los talones o en una silla, con las piernas ligeramente separadas, apoya tus manos sobre los muslos hacia las rodillas. Inspira i al exhalar emitiendo el sonido «aaaahhh» estira bien los dedos de las manos apoyándote sobre ellas, hombros hacia abajo, sacamos completamente la lengua hacia afuera y hacia abajo, todo lo que puedas, y a la vez, abre bien los ojos llevando la mirada hacia arriba al entrecejo.
Genial compartirlo con los niños, ¡rugiendo como feroces leones!
Om Shanti.
Marga Martin
@petitsgurús